RESPIRACIÓN Y EMOCIONES 1ª PARTE
Centro Namaste Cornella
La respiración y las emociones están completamente relacionadas y para describirlo comenzaremos a través de la respiración la función biológica a través de la cual lo seres vivos absorben oxígeno, disuelto en aire o agua, y expulsan dióxido de carbono al exterior para mantener sus funciones vitales. Esta definición académica es una definición simplificada, pues la respiración es mucho más lo comentaremos…
Emociones:
Las emociones son reacciones psico-físicas y químicas a ciertos estímulos cuando percibimos: un objeto, persona, experiencia, etc. Las emociones provocan respuestas en diferentes funciones y partes del cuerpo como: la respiración, la voz, las expresiones faciales, el sistema nervioso y endocrino, los latidos del corazón… y también a nivel psicológicos. Es importante digerir, y/o liberar las emociones, negarlas o bien ocultarlas, desencadenan desequilibrios que en la mayoría de casos acaban convirtiéndose en enfermedades.
Cuerpo-Emociones-Pensamientos
El cuerpo, las emociones, y los pensamientos forman un todo. Lo que suceda a cada una de estas parcelas de nuestra vida tiene una influencia directa sobre las demás. No existe la más mínima posibilidad de que esos tres aspectos actúen por separado. Así la respiración se refleja en las emociones y las emociones en la respiración, pero también en los sentimientos y el estado general del cuerpo.
Influencia de la respiración
De los diferentes sistemas autónomos del cuerpo el único sobre el que tenemos control es la respiración. Si aprendemos a utilizarla como una herramienta podemos influir en nuestro cuerpo y en nuestra mente teniendo la posibilidad de gestionar las emociones y de recuperar el equilibrio. De hecho si observamos las emociones nos daremos cuenta que tienen una influencia directa sobre la respiración…
Por ejemplo:
- El miedo: la inhibe y bloquea.
- La ansiedad: la acelera.
- La tristeza: la ralentiza.
- El estrés: la entrecorta.
- El cansancio: la fuerza.
Resumen
Las emociones influyen en la respiración pero también sabemos que a través de la respiración podemos aprender a controlar nuestras emociones, manteniéndolas en un rango de no agresión para nosotros y para los demás, por ejemplo: una respiración diafragmática lenta y profunda movilizará nuestro diafragma y ayudará a revertir los procesos bioquímicos y fisiológicos ligados al estrés, enviando nuevas señales al cerebro para que entienda que la amenaza ya ha pasado. Esto puede necesitar un aprendizaje pero tendrá una repercusión indudable en nuestra salud y equilibrio emocional.
Respirar es vivir.
Respirar bien es vivir mejor