Description: Respiración externa… Respiración respiración celular. Respiración externa El tronco tiene tres pisos, uno alto donde están los pulmones, otro medio donde está el abdomen y otro bajo donde está la pelvis. Le llamamos respiración externa a la que al respirar percibimos toda una serie de movimientos como: movimiento de músculos, huesos, masaje en los órganos, etc. Esta respiración es involuntaria cuando se adapta a las circunstancias y necesidades de cada momento, y voluntaria cuando de forma intencionada influimos en ella: haciéndola más lenta, acelerándola o suspendiéndola, lo que tiene unos efectos muy importantes en el cuerpo, mente y emociones. Respiración interna – respiración celular La energía que utilizamos la obtenemos principalmente de la alimentación a través de los hidratos de carbono, grasas, proteínas y otros nutrientes que se almacenan como principios nutritivos en las células. Pero otra forma de nutrirnos es también a través de la respiración o mejor dicho del oxígeno que llega a las células. ¿Pero cómo llega el oxigeno a las células? este proceso es el que definiríamos como “respiración interna”. Lo comentamos… En el proceso de la respiración, el aire entra por la nariz que se precipita por un intrincado laberinto pasando por los cornetes, la laringe, faringe y más abajo desciende a través de la traquea. La traquea al final se divide en dos tubos (bronquios) que se insertan en los pulmones, a partir de ahí se subdivide en los bronquiolos y los bronquiolos, ya microscópicos, terminan en los alvéolos pulmonares. Al llegar el oxígeno a estos alvéolos se produce un intercambio, la sangre capta el oxígeno y expulsa el anhídrido carbónico como desecho de las células. El oxígeno es extraído por la hemoglobina, una sustancia de la sangre que está asociada a un átomo de hierro que lo capta como un imán. Por ese átomo de hierro la sangre al entrar en los alvéolos se vuelve roja, va al corazón y por medio de las arterias y de los capilares llega a todas las células del cuerpo. Al mismo tiempo que entra el oxígeno en la sangre, la hemoglobina capta los desechos. En ese momento es cuando la sangre se vuelve más azulada, viajando por el circuito venoso hasta el corazón de ahí vuelve a entrar en los alvéolos capta el oxígeno se purifica y vuelve al torrente sanguíneo y así sucesivamente en una circulación constante. De todo esto podemos deducir que lo más importante de la respiración sucede en la sangre y sobre todo en las células. Es precisamente la sangre la que se adueña activamente del oxígeno del aire y la que expulsa el exceso de CO2. Por todo esto se ha comprender lo importante que es respirar bien, porque los ladrillos básicos de nuestro cuerpo son las células y la respiración es el alimento fundamental de las células. Una respiración deficiente a la larga conllevará todo tipo de problemas como el deterioro del sistema nervioso, una bajada del sistema inmunológico, desequilibrios glandulares…; y esto repercutirá sobre todos los sistemas vitales. Por todo esto la respiración es un elemento clave y fundamental de la vida.
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